sábado, 29 de noviembre de 2008

CURACIONES INQUISIDORAS

Hablando de fiebres, el otro dia me sentia totalmente agripado y podrido, asi que decidí tomarme unos desenfioles forte, segui las indicaciones del reverso, tomarse dos tabletas nada mas. Eso hice y continué sintiendome mal, así que me tomé otras dos y las combiné con unos tragos de anís (pa entrar en calor) terrible error, me dio un sueño mortal, indescriptible, de esos que no puedes controlar, de esos en los que abrir los parpados resulta ser la tarea mas fatigante de este universo. Un consejo, nunca combinen desenfrioles forte con alcohol y nunca se excedan en la dosis. Y bueno me quedé dormido pero soñé con los antiguos metodos de curación de mis padres y me llené nuevamente de terror.
Cuando era pequeño, mis padres, por convicción, decidieron evitar a toda costa los metodos de curación alopatas por otros metodos un tanto menos ortodoxos. Manolo (mi hermano mayor) y yo seriamos sus conejillos de indias.
Si, lo recuerdo perfectamente, todo comenzó con curaciones sencillas como paños húmedos en el vientre o la cabeza cuando había fiebre o bañitos de pies cuando una gripe sencilla se presentaba, hasta este punto todo era soportable, aburrido pero soportable, sin embargo todo comenzó a complicarse cuando recurrieron a los pellizcos en la espalda para el empacho o a la manteca con jitomates cubiertos con papel de estrasa y aplicados sobre la espalda, pecho y estomado, para cuando uno estaba sofocado; fue entonces cuando comencé a preocuparme por mi bienestar y mi salud, mi salud mental. La cuspide de todo fueron dos tratamientos de los mas crueles que ha conocido la humanidad:
El primero el tratamiento del litro de leche; recuerdo que tenia una tremenda infeccion estomacal y mis padres, preocupados llamaron a nuestro medico naturista de confianza, éste al ver el estado tan deplorable en el que me encontraba dijo: "no hay más, tratamiento de la leche".
Mis padres prepararon todo de acuerdo a como lo dispuso el Doc. Hirvieron 2 litros de leche con epazote y una cabeza de ajo, la mitad me la dieron a beber la otra mitad entro a mi cuerpo en forma de lavativa. El resultado: un vomito comparable en calidad y cantidad al vomito de la niña del exorcista, eso si de que me curé, me curé.
El segudo tratamiento, el lavado de limón; cuando Manolo o yo enfermabamos de las anginas mis padres molian limones con todo y cascara, nos acostaban boca arriba y uno sujetaba nuestra cabeza y abría nuestra boca mientras el otro introducía un algodón impregnado con el limoó y tallaba nuestra garganta eliminando cualquier virus existente y cualquier cosa que pudiese haberse desarrollado; este tratamiento era completado con los famosisimos masajes deshace anginas de mi tío Moy, fiel defensor del lema: "si no duele, no cura".
Hay que agregar a este tipo de metodos curativos inquisidores y precarios otros más como el aceite de caguamo (si alguno de uds. pasó por la emulsion de scott, pues el caguamo es la version aumentada, aun más apestosa y sin procesar de dicha emulsión, es la versión primitiva de ésta) o las lavativas con thé de manzanilla.

Dios bendiga a las medicinas alopatas! Salven medicinas alopatas, salven jajajja
Naaaaaaaa, pues creo que estas formas de curacion precarias si surtieron efecto, de hecho creo que ahora gozo de una buena salud, aunque los daños psicológicos nunca se irán. Esto es el recuento de los daños.

4 comentarios:

Cradornow dijo...

Te Quiero Mucho, Seas Bienvenido a la Fiebre del Blog. Que lo Disfrute como yo lo Hago en este Momento.

Anónimo dijo...

Jajajaja, como siempre genial y chistosa la historia (que es verdadera).
Pues espero más entradas en tu blogs, son geniales. Super hermano!! que genial!!.
ChaoOoOOOo!!
Carlos Antonio Califa Ospina.

yazz dijo...

jeje pues, nuestros padres tienen mucho en común, tengo parecidos recuerdos espantosos pero curativos..
el del limón molido!! pues mi mamá me hacía lo mismo pero con tomates verdes asados y sin la delicadeza del algodón! me curaba de la garganta bajo el enorme riesgo de matarme por asfixa y sofoco de tomates verdes y dedos...
ay el amor paternal..
saluditos malorita

Anónimo dijo...

metodos curativos inquisidores y precarios !!!! es la fraseeee

yo soy tu nueva acosadora aca nos andamos viendo...